Amazonía Peruana, Volumen XVIII, N.º 35, 2022; pp. 65-87


hoMoniMia dE EtnóniMos En la faMilia pano

David W. Fleck

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American Museum of Natural History dfleck@amnh.org https://orcid.org/0000-0003-2178-3879


Resumen

Un error común en estudios etnohistóricos, etnográficos y hasta lin- güísticos es suponer que un etnónimo refiere a una sola etnia. “Homonimia de etnónimos”, es decir, casos en que dos o más etnias (o divisiones de dife- rentes etnias) comparten el mismo nombre o nombres muy parecidos, son especialmente frecuente en la familia lingüística Pano. Considerando que las etnias que comparten el mismo nombre muchas veces están geográficamente próximas, los casos de homonimia de etnónimos no siempre son obvios sin comparaciones léxicas. Los propósitos de este artículo son identificar todos los casos de homonimia en la familia Pano utilizando comparaciones léxicas y otras pistas lingüísticas, ilustrar las diferentes maneras en que puede surgir homonimia de etnónimos, y explicar por qué la homonimia es ubicua en la familia Pano.

Palabras claves: Pano; homonimia; etnónimos; etnohistoria; clasificación.

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Abstract

A common error in ethnohistorical, ethnographic and even linguistic studies is to assume that an ethnonym refers to a single ethnic group. “Eth- nonym homonymy”, that is, cases in which two or more ethnic groups (or local groups of different ethnic groups) share the same name or similar names, is especially frequent in the Panoan family. Considering that ethnic groups that share the same name are often geographically proximate, ethnonym homonymy is often not obvious without carrying out lexical comparisons. The aims of this paper are to identify all the case of ethnonym homonymy in the Panoan family using lexical comparisons and other linguistics clues, to illustrate the different means by which ethnonym homonymy can arise, and to explain why this phenomenon is especially frequent in the Panoan family.

Keywords: Panoan; homonymy, ethnonyms; ethnohistory; classification.


Introducción

El Padre Constant Tastevin exploró y evangelizó por los ríos Purús y Juruá de la Amazonía brasileña y peruana entre los años 1905 y 1926, donde recopiló una gran cantidad de léxicos y datos etnográficos de grupos de la familia Pano y de otras familias de esa zona. En una de sus publicaciones ofreció la siguiente advertencia:

Kanamari.- Este nombre sirve para designar un conjunto de tribus de distintas lenguas, como ya ha señalado Chandless. El resultado de esta homonimia es una gran confusión, propensa a generar errores. (Rivet y Tastevin, 1921: 456)

Dicho y hecho. No solo con respecto a los tres grupos llamados kana- mari (de las familias Pano, Katukina, y Arawak), sino también entre varias otras etnias y lenguas, este tipo de homonimia ha causado confusión en la literatura. La siguiente aserción sirve como un ejemplo:

La aplicación del término matses (“parientes”, “nuestra gente”) a MB [hermano de la madre] y ZS [hijo de la hermana] puede reflejar una práctica antigua de uxorilocalidad. Sustento a esta hipótesis proviene de informes antiguos de que niños mayorunas se casaban con miembros de residencias omaguas. (Hornborg, 1988: 164)


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Hornborg llega a esta conclusión valiéndose de datos del idioma matsés que recogió de Fields y Merrifield (1980) sobre parentesco “mayoruna” y de datos históricos resumidos por Steward y Métraux (1948: 555) sobre los “mayoruna”. Específicamente, Steward y Métraux citan a Chantre y He- rrera (1901: 521-523) sobre este dato de los matrimonios entre omaguas y mayorunas que habían sido reducidos en una misión, que ciertamente no eran antepasados de los matsés. En su recopilación, Steward y Métraux combinaron datos de muchos grupos históricos denominados “mayoruna”, incluyendo los mayoruna/moríke, cuyo idioma documentó Günter Tessmann (1930: 368-378), y que Fleck (2007b) mostró por medio de una comparación léxica que ni siquiera pertenecían a la familia Pano.

Más abajo explicaré los detalles de la homofonía del término mayoruna, pero primero presento otro ejemplo de confusión a raíz de homofonía:

A principios de este siglo, la población Kaxarari fue estimada en cerca de dos mil indios por João Alberto Masô: “La tribu de los Cachararys está compuesta por dos mil selváticos, que viven en este estado primi- tivo, tranquilos y felices, dispensando aparentemente de las asistencias humanitarias de los civilizados” (Masô, João: 1910). Desde entonces, los Kaxarari “pacíficos y felices”, de los que nos habla Masô, asesinados a balazos por los rifles “culatas amarillas” de los caucheros peruanos y shiringueros brasileños, que les expropiaron sus tierras, y víctimas de epidemias virales, quedaron reducidos a menos de 200 individuos. (Aquino, 1984: 330)

Aquino visitó a los kashararis de la familia Pano, mientras que los “ca- charary” que Masô visitó pertenecían a la familia Arawak, un subgrupo de los Apurina, según Ehrenreich (1891: 58), que ahora está extinto.

No solo los antropólogos, sino también los lingüistas cometen este error de suponer que un nombre siempre designa a una sola etnia o a un solo idioma. Por ejemplo, Čestmir Loukotka (1968: 171), en su monografía sobre la clasificación de las lenguas de Sudamérica, combinó palabras del idioma kapanawa del río Tapiche (publicadas por Tessmann, 1930: 157), y de kapanawa del río Juruá, que es un dialecto de kashinawa (publicadas por Rivet y Tastervin, 1927-1929, 1932).

Aunque es algo entretenido encontrar este tipo de error y criticar a los autores por su falta de meticulosidad, en este artículo no se trata de identificar todas las confusiones que han sido generadas por homonimia de


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etnias/idiomas. Más bien, los propósitos son: 1) señalar todos los casos de homonimia en la familia Pano, para evitar que académicos sigan cometiendo este tipo de error, 2) ilustrar las diferentes maneras en que surge homonimia de etnónimos, y 3) tratar de explicar por qué homonimia es ubicua en la familia Pano.


Casos de homonimia en la familia Pano

Aquí sigo a Rivet y Tastevin (1921) en utilizar el término “homonimia” para referir a etnónimos que denominan a más de una etnia, aunque técni- camente homónimos deben tener la misma pronunciación y ortografía. Ya que se trata de comparar términos escritos en diferentes idiomas (castellano, portugués, inglés, francés, alemán, etc.), y que para las pronunciaciones de algunos términos (especialmente nombres de etnias extintas) la pronun- ciación no es transparente, no es posible ser estricto con esta terminología. Además, el propósito de este estudio es resolver confusión potencial entre etnónimos, y basta con que dos términos sean parecidos para que inves- tigadores comentan el error de suponer que ambos refieren a la misma etnia o lengua. La mayoría de casos se han podido resolver simplemente comparando léxicos. Otros casos, donde no hay léxicos disponibles (par- ticularmente para etnias extintas), fue posible deducir que se trata de dos lenguas/etnias diferentes gracias a notas sobre inteligibilidad con otras lenguas, o información de que un grupo es una división (“subtribu”, “fac- ción”, etc.) de una etnia conocida. Ya que ortografías varían mucho entre portugués y español, y entre fuentes modernas y fuentes históricas, en este artículo uso la ortografía estandarizada propuesta en Fleck (2013) para las lenguas de la familia Pano.

Homonimia existe tanto entre más de una lengua de la familia Pano, como entre lenguas de la familia Pano y otras familias lingüísticas. Vale notar que entre lenguas vigentes de diferentes familias, los casos de homonimia generalmente son bien conocidos y la confusión es mínima, mientras que en casos que involucran lenguas extintas, la confusión es profusa, especialmente cuando las lenguas son de la misma familia.

Todos los casos de homonimia que involucran etnias/lenguas de la fa- milia Pano están resumidas en el apéndice. En seguida expondré en detalle los casos más interesantes y menos conocidos, con atención a las probables causas de la homonimia. La clasificación de las lenguas de la familia Pano


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por Fleck (2007a, 2010, 2013) está resumida en la figura 1, incluyendo todas las lenguas vivas y todas las lenguas extintas (lenguas extintas precedidas por “†”) para cuales existe por lo menos datos léxicos; los dialectos están en letras cursivas, y solamente dialectos relevantes para este estudio están incluidos en la figura 1 (véase Fleck, 2013: 11-12 para la clasificación completa, que incluye todos los dialectos).


Mayoruna

El caso de homonimia del etnónimo mayoruna es uno de los más com- plejos de la familia Pano. Han existido por lo menos siete diferentes etnias que han sido denominadas “mayoruna” o alguna variante de ese término. La primera etnia de la familia Pano a ser reducida en una misión fue una conocida como “mayorunas” o “barbudos”. El Padre Raymundo de Santa Cruz escribió lo siguiente en 1654:

Los barbudos (á quienes los cocamas llaman mayorunas y los xeberos dallus) tienen sus tierras enfrente y de la otra banda de las de los co- camillas por la parte de rio arriba. Habítanlas, no á la orilla deste rio de Guallaga [Huallaga], sino la tierra adentro. (Figueroa, 1904: 111)

La lengua [de los Barbudos] es la mesma que la del Chipeo [Shipibo], Cheteo [Shetebo] y Capanagua [Kapanawa], que están en el rio de Ucayali. (Figueroa, 1904: 115)

Entre los indios [Kokamas] que le acompañaban [al Padre Raimundo de Santa Cruz], había varios que pertenecían a la nación de los Chepeos [Shipibos], vecinos de los Cocamas en el Ucayale, y que se hallaban casualmente en Santa María de Guallaga. Estos indios, al oír hablar a los Barbudos, se dieron cuenta de que hablaban su misma lengua. ( Jouanen, 1941: 390)

Aunque no hay material lingüístico disponible para los mayoruna/ barbudos, la información proporcionada por el Padre Raymundo de Santa Cruz, el primer misionero que contactó a los barbudos en el año 1651, indica claramente que la lengua hablada por los barbudos era igual que shipibo, así que la conclusión es que no es cercanamente aparentada con otros grupos llamados “mayoruna”, y probablemente fue un dialecto de shipibo. El hecho que las lenguas shipibo y matsés pertenecen a dos ramas distintas de la familia Pano (figura 1), hace muy improbable que se trate de una lengua parecida al matsés. Además, la distancia geográfica entre el


río Huallaga y el río Yavarí resulta muy difícil proponer que los barbudos fueron antepasados de los matsés, y, de hecho, el Padre Figueroa documentó en su crónica que había otro grupo llamado mayoruna por el río Ucayali:

...y de la otra parte del mesmo Guallaga, los aguanos, barbudos ó ma- yorunas, charitanas, matavichus, tecejas y amajus. Al rio de Ucayali, que desemboca en el Marañon por la mesma banda que el de Guallaga, tocan los cocamas, los maparinas ó panipas, otros mayorunas, los capanaguas, chipanaguas, chipeos, pagiagis, cheteos, carichais, cunios, zapas, aguana- guas. (Figueroa, 1904[1661]: 163-164)

Durante el siguiente siglo, hubo muchos reportes de grupos denomina- dos mayoruna viviendo tierra adentro al este del río Ucayali y al sur del río Amazonas, o reducidos en misiones establecidas en las márgenes de estos ríos (por ejemplo, San Joaquín de Omaguas, fundada en 1686). Esto llevó a algunos cronistas a concluir que se trataba de un solo grupo que había migrado del Huallaga hacia el Ucayali (por ejemplo, Espinosa, 1955: 285), o a suponer que vivían una vida nómada migrando entre los ríos Huallaga y Ucayali (aunque no tenían canoas para navegar o cruzar los ríos):

Su innata propensión á vaguear como gitanos sin domicilio por las vastas tierras y bosques que empiezan desde Guallaga hasta Yavari, corriendo los montes que atraviesan Ucayale y Tapisci [río Tapiche], su pereza más que ordinaria y común á otras naciones, la aversión al trabajo aun del todo necesario para mantenerse convenientemente, hace como genial á los Mayorunas la inclinación de mantenerse de raices y frutas silvestres. (Chantre y Herrera, 1901: 521)

El material lingüístico más temprano para un grupo denominado ma- yoruna (o variantes de este término) fue un léxico de 137 palabras recopi- lado por los naturalistas bávaros Johann Baptist von Spix y Carl Philipp von Martius (1831: 1188) en 1820 de un hablante del idioma hablado por “maxurunas” que estaban en el pueblo de Tabatinga (en la margen del río Amazonas en la actual frontera Perú-Brasil), oriundos del río Yavarí (el léxico está publicado en Martius 1867: 236-237). Luego de 27 años, mientras viajaba descendiendo el río Amazonas, el naturalista francés Fran- cis de Castelnau recopiló listas de dos grupos que denominó “Mayorunas civilisés” y “Mayorunas sauvages”, en Cochiquinas, Perú y en la boca del río Yavarí, respectivamente (Castelnau 1851: 299-301). En 1925 Günter Tessmann (1930: 368-378) recopiló una lista de 35 palabras (y dentro de


su texto etnográfico incluye 78 términos desglosados adicionales) de una lengua que identificó como “mayoruna” y mencionó que se autodenomi- naban “morike”. Luego, Frei Fidelis de Alviano (1957) publicó un léxico proporcionado por el último hablante de “la lingua dos indios mangeromas ou maiorunas” que habían vivido por el río Ucayali y en tiempos recientes habían migrado al río Yavarí y después al río Jandiatuba en Brasil. Estos grupos humanos todos están extintos. Mientras tanto, desde la época del auge del caucho, y especialmente desde aproximadamente 1927, cuando los antepasados de los matsés comenzaron a atacar poblados de mestizos por los ríos Ucayali, Tapiche, Tamshiyacu, y Curuçá, los matsés también fueron designados “mayorunas” ( Jiménez et al., 2015; Fleck, 2016: 28-30). Solo en la década de 1960, cuando misioneras del Instituto Lingüístico de Verano comenzaron a trabajar con personas que fueron capturadas por los matsés y lograron escapar, se pudo saber algo del idioma matsés (Vivar, 1975). Los matsés fueron conocidos como mayoruna hasta que el antropólogo Steven Romanoff (1976) sugirió utilizar la palabra matsés ‘persona, pariente’ como autodenominación (para evitar confusión con los mayorunas históricos; no por ser ofensivo el término mayoruna), y subsecuentemente fue adoptado por los matsés peruanos (pero no por los matsés brasileños).

Los moríke/mayorunas claramente no fueron antepasados de los matsés, ya que su lengua no es una lengua perteneciente a la familia Pano (correspon- den solo entre 4% y 9% de sus léxicos, y más bien corresponden con la lengua hablada por un grupo de la familia Arawak que los matsés exterminaron, tomando varias cautivas, y que los matsés denominaban “mayú”, según Fleck (2007b). Mientras tanto, los otros cuatro grupos llamados mayoruna para cuales existen léxicos, es necesario hacer cuidadosas comparaciones léxicas para saber qué relación podrían haber tenido entre ellos y con los matsés y cómo clasificarlos en la familia Pano. Estos cuatro grupos están resumidos en la tabla 1, los resultados de las comparaciones léxicas están en la tabla 2, su clasificación se puede ver en la figura 1, y su ubicación aproximada está indicada en el mapa en la figura 2. Es importante señalar que no se sabe exactamente dónde estaban ubicados los grupos históricos, ya que las listas de palabras fueron recolectadas en pueblos en las márgenes de los ríos grandes, donde habían hallado hablantes que estaban visitando ahí, o que recientemente se habían mudado ahí, y los autores solamente indicaron por cual río estaban ubicadas las “tribus”.


Tabla 1. Idiomas extintos denominados “mayoruna” para cuales existen léxicos.

Etnónimos usados por Fleck (2013)

# de palabras en léxico

Año recopilado

Denominación usada en la publicación original

Mayoruna de Tabatinga

137

1820

Maxuruna

Mayoruna del río Amazonas

54

1847

Mayoruna del río Amazonas civilisés

Mayoruna del río Amazonas

80

1847

Mayoruna del río Amazonas sauvages

Mayoruna del río Jandiatuba

503

1957

Mangeromas o Maiorunas


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Fig. 2 Mapa mostrando la ubicación de grupos llamados “mayoruna”.


Tabla 2. Comparación de léxicos históricos de lenguas denominadas mayoruna con matsés.

Idiomas comparados

% de corres- pondencia

# de compara- ciones

M. Tabatinga & Matsés

55-66 %

137

M. Amazonas (civilisés) & Matsés

52-59 %

56

M. Amazonas (sauvages) & Matsés

51-60 %

84

M. Jandiatuba & Matsés

40-57 %

421

M. Amazonas (civilisés) & M. de Tabatinga

58-71 %

31


M. Amazonas (sauvages) & M. de Tabatinga

55-63 %

49

M. Jandiatuba & M. de Tabatinga

57-64 %

105

M. Amazonas (civilisés) & M. del río Jandiatuba

61-69 %

49

M. Amazonas (sauvages) & M. del río Jandiatuba

63-72 %

65

M. Amazonas (civilisés) & M. Amazonas (sauvages)

73-88 %

52

aEl porcentaje de correspondencias es presentado como un rango, con el número menor restringido a correspondencias obvias, mientras que el número mayor incluye correspondencias parciales o menos claras.

Crowley (1997: 184) ofrece el siguiente sistema para clasificar lenguas utilizando comparaciones léxicas:

81-100% correspondencia = dialectos de un idioma

55-81% correspondencia = idiomas de una sub-familia 28-55% correspondencia = subfamilias de una familia

Utilizando este sistema, podemos concluir que: 1) ninguna de las len- guas históricas son la misma o dialectos del matsés; 2) que las dos variedades documentadas por Castelnau son dialectos de un solo idioma, mientras que

  1. el resto son idiomas distintos, y 4) todos se pueden clasificar en la misma subfamilia (es decir, la rama Mayoruna de la familia Pano). Además, se pudo determinar que mayoruna de Tabatinga tiene importantes diferencias fono- lógicas, sugiriendo que se debe clasificar un poco aparte del resto de estas lenguas, pero aún dentro de la rama Mayoruna. Vale mencionar que también he comparado los léxicos históricos mayoruna con otras lenguas de la rama Mayoruna, incluyendo matis, kulina, korubo, chankueshbo y demushbo, y además con shipibo, marubo, y otras lenguas de la rama principal, y los resultados son consistentes con la clasificación presentada aquí.

    La pregunta que surge de estas conclusiones es ¿por qué ha habido tantas etnias denominadas “mayoruna”? La respuesta parece estar ligada a la etimología de la palabra “mayoruna”. Las etimologías más frecuente- mente ofrecidas son que es un término kechua significando “gente de río” (Marcoy, 1873: 267; Maroni, 1988[1889-92]: 130) o “gente del río Mayo”

    (Izaguirre 1922-1929, vol. X: 428; Espinosa, 1955: 587; San Román, 1994: 25). Ambas etimologías son absurdas, ya que ni los barbudos ni ningún otro grupo denominado mayoruna estaba ubicado por el río Mayo, y en todas las descripciones los grupos llamados mayorunas son descritos como


    oriundos del interior/tierra adentro. Además, Figueroa dice que mayoruna era el término usado por los “cocamillas” para referirse a los barbudos, y en esa época (1661) los kukamiria no hubieran hablado kechua (que luego fue introducido como lengua franca en las misiones de la Amazonía Peruana). Más bien, una etimología creíble sería una en el idioma kukama-kukamiria:

    el término mai en kukama-kukamiria significa ‘mestizo’ o ‘persona no-kuka- ma-kukamiria’, y aunque no se sabe si runa o oruna fue agregado por los españoles, o si es una corrupción de un modificador de mai en el término kukama-kukamiria original, lo que sí es claro es que “mayoruna” fue usado en la zona donde habitaban los kukama-kukamiria como término genérico para referir a múltiples etnias que vivían lejos de los ríos. La conclusión es que la confusión proviene de interpretar erróneamente un término genérico

    como un etnónimo específico.


    Kulina y marubo

    Además de la compleja homonimia de la denominación “mayoruna”, otra fuente de confusión es la sinonimia. Específicamente, el término marubo, que hoy denomina a un pueblo de la rama principal de la familia Pano, fue usado históricamente para referir a un grupo ubicado tierra adentro del pueblo de Maucallacta, que está muy cerca del pueblo Cochiquinas donde el Conde de Castelnau documentó la lengua de los “mayorunas civilisés” mencionada en la previa sección. Desafortunadamente, no existe ningún dato lingüístico del idioma de los marubo de Maucallacta, pero todas las fuentes históricas de la época indican que era un idioma perteneciente a la rama Mayoruna; por ejemplo, la siguiente información proporcionada por João Wilkens de Mattos, un oficial militar brasileño que viajó extensamente en la Amazonía brasileña y peruana desde 1825 hasta 1857:

    Los Marubos hablan la misma lengua que los Mayoruna, y tienen las mismas costumbres. Los que han sido atraídos a la civilización habitan el decaído poblado de Maucallacta, a la margen derecha del Marañón [es decir, el río Amazonas, arriba de la frontera Perú-Brasil]. Los que permanecen selváticos son antropófagos como los Mayorunas del alto Yavarí. (Mattos 1984 [1874]:100)

    Fleck (2007a) llevó a cabo un estudio lingüístico y etnohistórico dise- ñado para aclarar la confusión que rodea la identidad étnica y lingüística de varios grupos indígenas de la Amazonía occidental que han sido denomina-


    dos “kulina”, “marubo”, o variantes de estos términos. El análisis lingüístico reveló que sin duda el término kulina se ha utilizado para referirse a tres idiomas diferentes, uno de la familia lingüística Arawak, ubicado en el río Juruá, y dos de la familia Pano. Uno de los grupos de la familia Pano es kulina del río Curuçá, que los matsés atacaron varias veces entre los años 1950 y 1967, y varios cautivos aún viven entre los matsés. Kulina del río Curuçá es muy parecido al matsés y por ende pertenece a la rama mayoruna de la familia Pano. El otro fue documentado por Johann von Spix con un léxico de 243 palabras recogidas en 1820 en São Paulo de Olivença (pueblo brasileño en la margen del río Amazonas cerca de la frontera Perú-Brasil), que claramente pertenece a la rama principal de la familia Pano (tabla 3). El resultado inesperado de este estudio fue que el supuestamente extinto idioma kulina de São Paulo de Olivença es suficientemente parecido al idioma de los actuales marubo (tabla 3) para proponer que posiblemente se trata de la misma etnia.


    Tabla 3. Resultados de comparaciones léxicas entre kulina de Olivença con cuatro lenguas de la familia Pano.

    Idiomas comparados con kulina de Olivença

    % de corres- pondencia

    # de compara- ciones

    rama Principal



    marubo

    61-80 %

    237

    shipibo

    44-57 %

    240

    rama Mayoruna



    matis

    27-33 %

    225

    kulina del río Curuçá

    22-27 %

    222

    matsés

    20-26 %

    231

    Con respecto al origen de la homonimia, Fleck (2007a) concluyó que no se trata del uso de términos genéricos, sino confusión generada por la desaparición de los kulina de São Paulo de Olivença y de los marubo de Maucallacta, y subsecuente el uso de estos etnónimos para designar etnias aún no contactadas en zonas colindantes, suponiendo erróneamente que eran los descendientes de las tribus desaparecidas. Son casos de identidad equivocada.


    Kashinawa y kapanawa

    Kashinawa fue una de las primeras lenguas de la familia Pano a ser ampliamente documentada: João Capistrano de Abreu (1914) en su mo- nografía Rã-txa hu-ni ku-i: a Lingua dos Caxinauás do Rio Ibuaçu, publicó un vocabulario con 1779 entradas, además de descripciones de la fonología y gramática y una extensa colección de textos. El Padre Constant Taste- vin también documentó esta lengua, en 1924, con un léxico de casi 2000 palabras, aunque este nunca fue publicado (Tastevin manuscrito a). Pero kashinawa del río Ibuaçu no era la única lengua hablada en esa zona que fue denominada “kashinawa”. Tastevin también recopiló un léxico de 144 entradas de kashinawa del río Tarauacá (Tastevin manuscrito b), publicado parcialmente (128 entradas) en Rivet y Tastevin (1927-1929). Una com- paración léxica reveló que kashinawa del Río Ibuaçú y kashinawa del Río Tarauacá son lenguas muy distintas, pertenecientes a diferentes subgrupos de la rama principal de la familia Pano (véase la figura 1). Kashinawa del río Tarauacá evidentemente está extinta.

    El Padre Constant Tastevin también recopiló un léxico de un grupo llamado kapanawa en el río Juruá en Brasil en 1915 (publicado en Rivet y Tastevin, 1919-1924). Estos habían sido diezmados por correrías e indu- cidos a trabajar en la extracción de shiringa (Iglesias, 2008: 194), y eviden- temente la lengua está ahora extinta. Las comparaciones léxicas revelaron que kapanawa del río Juruá es muy diferente del mejor conocido kapanawa del río Tapiche (corresponde solamente 38% de sus léxicos), que fue docu- mentado primero por Günter Tessmann (1930: 157) en 1925 con un léxico de 32 palabras y luego documentado detalladamente por los misioneros del Instituto Lingüístico de Verano Eugene y Betty Loos (Loos y Loos, 2003). Subsecuentemente, comparé el léxico de Tastevin con otras lenguas de la familia Pano, y resulta que kapanawa del Río Juruá es un dialecto de kashinawa del río Ibuaçu (correspondencia de 93-97%).

    A diferencia del caso de la interpretación errónea del término genérico mayoruna y de los casos de errores de identidad con kulina y marubo, la fuente de la homonimia de kashinawa y kapanawa tiene que ver con los sistemas de divisiones sociales totémicas de las etnias de la familia Pano. Todas las etnias de la familia Pano tienen divisiones sociales (mitades, secciones de matrimonio, grupos locales o clanes co-residenciales) que llevan el nombre de un animal, planta, astro o fenómeno natural, seguido por -bo ‘plural’,

    -nawa ‘persona’ o -bakëbo ‘hijo de’ (Fleck, 2022). Mientras tanto, ninguna


    etnia de la familia Pano tenía una autodenominación para referir a su etnia como conjunto de estas divisiones antes de la intervención de antropólogos y misioneros. Muchos de los nombres de divisiones sociales ocurren en más de una etnia. En el caso de kapanawa de río Tapiche, kapabakëbo ‘hijos de la ardilla’ era el nombre de una de los cinco grupos locales (Loos y Loos 2003: 9), que fue elevada al nivel de etnónimo para toda la etnia, mientras que Kapanawa (del río Juruá) y Kashinawa (del río Ibuaçu) presuntamente eran nombres de grupos locales de la misma etnia.

    Remo

    Dos etnónimos que frecuentemente se encuentran juntos en la lite- ratura histórica sobre la Amazonía peruana son remo y sensi, como en un informe escrito por el misionero Franciscano Fray Paulo Alonso Carballo en el año 1818:

    Los Remos se extienden desde los cerros de Chanchahuaya hasta Abujan, pero viven en lo interior del monte, y rara vez salen al Ucayali. Parece nación crecida y valerosa. Hablan un dialecto poco diferente de el de los Sensis, á quienes son parecidos. (Carballo, 1906: 347)

    Mientras que comparaciones léxicas e investigaciones ethnohistóricas sugieren que la denominación “sensi” había referido a una sola etnia (Fleck 2020), el término “remo” parece haber sido o un término genérico, o un término originalmente específico que subsecuentemente fue utilizado para referir a varios grupos poco conocidos ubicados al este de río Ucayali. En un estudio detallado sobre la etnohistoria y lingüística de grupos denominados “remo”, Krokoszyński y Fleck (2016) concluyeron que el término refirió a por lo menos cinco etnias de distintos subgrupos de la rama principal de la familia Pano, incluyendo dos etnias vigentes (iskonawa y nukini) y tres etnias extintas:

    1. Remo del río Blanco (tributario del río Tapiche), 179 palabras y frases recopiladas por el padre francés Henri Philippe Leuque entre 1907 y 1915, en una misión llamada Santa María de los Remos, ubicada en el río Blanco (Leuque, 1927).

    2. Remo del río Yaquerana (= alto Yavarí), léxico de 109 palabras reco- pilado por el médico de la comisión de límites Perú-Brasil João Braulinho de Carvalho en 1926 (Carvalho, 1931).


    3. Remo del río Môa (afluente del río Juruá), 151 palabras y frases recopiladas por el misionero del Instituto Lingüístico de Verano Eugene Loos en los años 1973 y 1974 de varios ancianos kapanawas que habían trabajado con remos en la década de 1930 en el río Môa en Brasil, y habían aprendido algo de su idioma (Loos, 1973-1974).

Las comparaciones léxicas, publicadas en Krokoszyński y Fleck (2016), muestran que los tres grupos extintos llamados “remos” y nukini e iskonawa todos hablaban diferentes idiomas, menos parecido unos a otros que a otras lenguas de la familia Pano, lo que permitió clasificarlos en diferentes subgru- pos de la rama principal de la familia (véase la figura 1 para la clasificación de estas lenguas).


Katukina

La situación de homonimia del etnónimo katukina ha sido el tema de varios estudios, incluyendo los de Rivet (1920), Aguiar (1993) y Carvalho (2019). Se ha podido comprobar con comparaciones léxicas que el etnó- nimo katukina ha sido utilizado para designar por lo menos dos etnias de la familia Pano, una etnia de la familia katukina y una etnia de la familia Tupí, aunque esta última, publicada por Church (1898), podría haber sido un engaño. Según el más detallado estudio de la etimología del término katukina, por Carvalho (2019), la palabra katukina es de origen de la familia Arawak y significa ‘hablante de una lengua indígena’. Por ser un exónimo con un significado genérico, no es sorprendente que haya sido aplicado a múltiples etnias. Otra manera en que este etnónimo llegó a designar más etnias fue documentado por Aguiar (1993): los shanenawa, recibieron el título de su territorio del gobierno brasileño erróneamente identificándolos como katukina, y para evitar perder su título, los shanenawas decidieron asumir esa denominación.

Arasaire, atsawaka y yamiaka

Hay tres etnias de la familia Pano, hoy extintas, que en el siglo pasado vivieron por el río Inambari en el departamento de Madre de Dios, cerca de Bolivia. Cada una de estas etnias es dominada por un etnónimo homonímico, como se puede ver en la tabla 4.


Tabla 4. Homonimia de etnónimos en el Grupo Madre de Dios de la familia Pano.

Etnónimo

Familia

Fuentes

†Arazaire

Pano

Llosa (1906), Lyon (1975)

Arasairi

Harakmbut

Aza (1933, 1935, 1936)

Arasa

Takana

Nordenskiöld (1905: 275-276)

†Atsawaka

Pano

Nordenskiöld (1905, p. 275-276), Lyon (1975)

Atsahuaca

Takana

Farabee (1922: 162)

†Yamiaca

Pano

Nordenskiöld (1905), Lyon (1975)

Yamiaca, Yamiaco

Takana

Cipriani (1902: 187–189), Barranca (1914: 5-8)

Yamiaca

mezcla

Anónimo (1901)


Patricia Lyon (1975) desarrolló un estudio detallado para resolver los casos de homonimia que presentan estas etnias (y además otras etnias de esa zona que no involucran grupos de la familia Pano), y la tabla 4 fue compuesta principalmente a base de los resultados de su estudio. Lyon propone una explicación muy convincente para el génesis de estos casos de homonimia:

El problema de la identidad de los nombres es más bien fácil de en- tender. Parece que, al igual que los de habla Háte [= harákmbut], esta gente también se nomina por el sitio donde vive. Así que los atsahuaca tenían sus chacras más grandes sobre un río llamado atsahuaca. Los yamiaca vivían por la desembocadura del río Yaguarmayo en el Inambari y el nombre del ato Inambari fue Yamiaca. Y como ya se mencionó, los arasa (y Arasaeri) vivían en el río Marcapata o Arasa. (Lyon, 1975: 196)

Así que el caso de las etnias/lenguas del Grupo Madre de Dios presenta otra manera en que la homonimia puede surgir: múltiples grupos humanos utilizan el nombre del río donde están ubicados como etnónimo (waka signi- fica ‘río’ en la mayoría de las lenguas de la familia Pano). De mi parte, puedo agregar que mis comparaciones léxicas indican que atsawaka y yamiaka son dialectos del mismo idioma, y que el léxico publicado por Anónimo (1901), que contiene una mezcla de palabras de todos los idiomas de esa zona, es sin duda un engaño (o hoax, como se diría en inglés).


Nawa

La palabra nawa ocurre en la mayoría de lenguas de la familia Pano con el significado ‘gente’, ‘foráneo’ o ambos. Según Montagner (2007), el término nawa fue usado en la zona de los ríos Purús y Juruá para designar genéricamente a grupos pertenecientes a la familia Pano, y según los grupos en esa zona iban desapareciendo o siendo identificados con nombres más específicos (por ejemplo, poyanawa), el grupo hoy llamado nawa en Brasil se quedó con esta designación, y aceptaron ese exónimo como endónimo. Mientras tanto, en el caso del grupo en Perú que es conocido también como parkenawa o yora, ellos adoptaron nawa ‘foráneo’ como su autodenominación (Feather, 2010: 15-16), aunque no es claro si inicialmente fueron llamados “nawa” por miembros de otras etnias de la familia Pano.


Conclusiones

Otros casos de homonimia están listados en el apéndice. Algunos pa- recen ser simplemente coincidencia, particularmente para idiomas que están ubicados lejos unos de otros. Para los casos que están bien documentados, podemos clasificarlos en cuatro categorías:

  1. Nombres genéricos mal interpretados: mayoruna, remo, katukina, nawa

  2. Identidad equivocada (es decir, errores en identificación): kulina y marubo.

  3. Coincidencia de nombres de divisiones sociales: kapanawa y kashinawa.

  4. Nombres de ríos usados como etnónimos: arasaire, atsawaka y yamiaka. Entonces, podemos concluir que homonimia de etnias surge de diferen-

tes maneras, pero en general surge cuando se trata de etnias poco conocidas (especialmente tipos 1 y 2), como la mayoría de las etnias Pano, que vivián lejos de los ríos y tuvieron poco contacto con foráneos en tiempos históricos.


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Apéndice



Casos de homonimia en la familia Pano, en orden alfabético

Denominación

Familia

Notas y Fuentes

Arara, Shawannawa

Pano

Rivet and Tastevin (1921: 451-452)

Arara (Pará, Brasil)

Caribe

arara significa ‘guacamayo’ en portugués

Arara

(Mato Grosso, Brasil)

Tupí


†Arazaire

Pano

Llosa (1906), Lyon (1975)

Arasairi

Harakmbut

Aza (1933, 1935, 1936)

Arasa

Takanan

Nordenskiöld (1905: 275–276)

†Arawa

Pano?

parcialidad de Amawaka, según Stiglich (1908)

Arawá

Arawá


†Atsawaka

Pano

Nordenskiöld (1905: 275-276), Lyon (1975)

Atsahuaca

Takanan

Farabee (1922: 162)

Chama, Shipibo-Konibo

Pano

Tessmann (1929)

Chama, Ese’eja

Takanan

Firestone (1955)

Kanamari

Pano

dialecto de Katukina; Chandless (1866: 118)

Kanamari

Katukina

Rivet y Tastevin (1919-1924; 1921: 456-457)

Kanamari, Kanamirim

Arauác

Martius (1867: 235-236)

Kapanawa

(del río Tapiche)

Pano


†Kapanawa (del río Juruá)

Pano

dialecto de Kashinawa, Rivet y Tastevin (1919-1924)

†Karipuna

Pano

Martius (1867)

Karipuna (Rondônia)

Tupí


Kasharari

Pano


Kasharari, Cacharary

Arauác

Ehrenreich (1891: 58); Masô (1919)

Kashinawa

(del río Ibuaçu)

Pano

Abreu (1914)

†Kashinawa

(del río Tarauacá)

Pano

Rivet y Tastevin (1919-1924)

Katukina

Pano

Aguiar (1994)

Katukina (de Feijó), Shanenawa

Pano

Aguiar (1993, 1994)

Katukina

Katukina

Martius (1867: 161-163), Carvalho (2019)

Katukinarú

Tupí

Church (1898), ¿engaño?


Kulina (del río Curuçá)

Pano

Fleck (2007a)

†Kulina (de Olivença)

Pano

Martius (1867: 242-244)

Kulina, Curina

Arauá

Courboin (1901:117-20), Rivet y Tastevin (1921:

465)

Konibo

Pano

Rivet y Tastevin (1919-1924)

†Kunibo, Kuniba

Arauá

dialecto de Piro, Nimuendajú y Bentes (1923)

Marubo (del río Yavarí)

Pano

rama principal, Fleck (2007a)

†Marubo de Maucallacta

Pano

rama Mayoruna, Mattos (1984: 100)

Mayoruna, Matses

Pano

Fleck (2003)

†Mayoruna, Barbudo

Pano

Figueroa (1904: 115)

†Mayoruna

(del río Amazonas)

Pano

Castelnau (1851: 299-301)

†Mayoruna

(del río Jandiatuba)

Pano

Alviano (1957)

†Mayoruna (de Tabatinga)

Pano

Martius (1867: 236-237)

†Mayoruna, Moríke

Arauá

Tessmann (1930: 368-378), Fleck (2007b)

Nawa

Pano

Montagner (2007)

Nawa, Parkenawa, Yora

Pano

dialecto de Yaminawa, Feather (2010: 15-16)

†Pakawara

Pano

Montaño (1987: 16-17)

Pacaguara, Pakaguara

Arawá

Nusser (1890); Castillo (1929: 123)

†Remo (del río Blanco)

Pano

Leuque (1927)

†Remo

(del río Yaquerana)

Pano

Poyanawa Subgroup; Carvalho (1931)

†Remo, Rïmo (del río Môa)

Pano

Headwaters Subgroup; Loos y Loos (1973-1974)

†Remo (Sureño)

Pano

Parecido a Shipibo, Krokoszyński y Fleck (2016)

†Sinabo

(del río Mamoré)

Pano

división de Pakawara, según Cardus (1886: 291)

†Sinabo (del río Ucayali)

Pano

subtribu de Shipibo, según Stiglich (1908: 426)

†Yamiaca

Pano

Nordenskiöld (1905), Lyon (1975)

Yamiaca, Yamiaco

Takana

Cipriani (1902: 187-189), Barranca (1914: 5-8)

Yamiaca

mezcla

Anónimo (1901), claramente un engaño